Cuando entré al teatro, ya podía percibir un ambiente muy agradable. La expectación era palpable mientras el público se congregaba y esperaba el comienzo del concierto. Abrieron la velada la solista nacional DEAD CHRISTINE la cual hace su reaparición en el circuito presentando un adelanto de lo que será su su disco solista, “Stregheria”el cual saldrá a la venta este año.
No es sorpresa que la puesta en escena de Dead Christine no deja indiferente a nadie, eso sumado a una voz desgarradora y un nivel musical sobresaliente. Una performance oscura nos deja con una buena sensación y querer escuchar pronto su nuevo material.
LACRIMOSA subió al escenario con aplausos de su fiel público los cuales son incondicionales fans de la banda a través de los años. Tilo Wolff, el carismático líder de la banda, desprendía una energía increíble. Con una combinación de romanticismo oscuro y sonidos potentes, la banda encendió de inmediato un sin fin de emociones. El repertorio de la noche incluyó tanto viejos éxitos como canciones de sus álbumes actuales. LACRIMOSA presentó su música en vivo impresionante, en el que cada nota fue tocada con pasión y precisión. Las letras emotivas y la voz única de Tilo Wolff cautivaron al público y no dejaron a nadie indiferente. La diversidad musical ofrecida por LACRIMOSA fue particularmente impresionante. Desde potentes himnos de rock hasta baladas melancólicas, pasando por arreglos orquestales, hubo para todos los gustos. La banda consiguió cambiar el ambiente del teatro de eufórico a reflexivo y de enardecido a melancólico, y llevó al público a una montaña rusa emocional.
Los efectos de iluminación y la presencia escénica de LACRIMOSA aumentaron la intensidad del concierto. Los colores y motivos cambiantes que iluminaban el escenario reflejaban los estados de ánimo de las canciones y creaban una atmósfera mágica. Los miembros de la banda estaban llenos de energía y se comunicaban con el público a su manera, lo que reforzó la conexión entre artistas y fans. Lo mejor del concierto fueron, sin duda, los momentos en los que el público participó. LACRIMOSA invitó a los fans a cantar y aplaudir algunas canciones, y el público respondió con entusiasmo. En resumen, el sentimiento de comunidad era palpable. Tras un bis en el que el público aplaudió a la banda, el concierto llegó a su fin. Esa noche, todos los visitantes volvieron a casa con el recuerdo de un concierto maravilloso.
Reportaje Por: Matías Soto.
Fotografías Por. Cristian Porras. @cristianporras.fotografo