Gary Holt, Tom Hunting, Lee Altus y Zetro Souza regresarán a Chile en abril para hacer
valer su posición como la banda más importante de thrash de principios de los años
ochenta.
Fundada por Tom Hunting y Kirk Hammett, quien todos ya sabemos se fue a Metallica,
habiendo escrito sólo parte del material para el álbum debut, es importante decir que la
banda no lanzó ningún álbum de la era Hammett, sólo dos demos (1982 y 1983). Kirk fue
responsable del nombre de la banda.
En una primera etapa el mismísimo Tom Hunting hacía las voces entre los años 1979 y
1980, posteriormente se incorporaría Paul Baloff en el año 1981 a quien tendríamos la
suerte de ver en vivo a fines de la década de los 90 en un recordado concierto realizado
en el desaparecido gimnasio Nataniel, junto a seleccionadas bandas chilenas de la vieja
guardia. En esa época se lanza el álbum en vivo Another Lesson in Violence, un
verdadero clásico a estas alturas donde se interpreta por completo el mejor álbum de
thrash de toda la historia, opinión que estoy seguro muchos comparten al mencionar el
gran Bonded by Blood.
La trágica muerte de Baloff en 2002 pone en jaque a la comunidad metalera, con profundo
pesar que caló hondo en el corazón de los thrashers de todo el orbe, alzando a Paul como
una verdadera leyenda que jamás será olvidada.
Exodus retorna a nuestro país en reiteradas oportunidades, donde también lo vimos con
su vocalista Rob Dukes los primeros años del nuevo siglo. Sin embargo, tuvimos que
esperar unos años más para ver a Exodus con el gran Steve Zetro Souza, donde
resonaron los clásicos temas del Fabulous Disaster y el Pleasure of the Flesh en nuestros
oídos, tal como si estuviésemos oyendo los álbumes directamente desde la tornamesa, un
verdadero honor para nosotros en esa oportunidad. Canciones como Braindead, Till death
do us part y Chemi-kill o Fabulous Disaster y Toxic Waltz, son joyas que no pueden faltar
en cualquier recital de Exodus.
“…Si te gusta el metal, cuanto más pesado se pone, quiero oírte gritar…” Son las
memorables palabras de Paul Baloff al inicio de su presentación en el glorioso Combat
tour, el que pasamos a recordar para ponernos a tono y entender qué realmente podemos
esperar de Exodus en 2024, a continuación, pasaremos a citar para de un review muy
interesante que leí:
“Un cartel de teatro de Saturday Night Fever se quema lenta y constantemente,
posiblemente incendiado por el aleinto a Jack Daniels que se escapan de la garganta de
lata de Paul Baloff mientras cuestiona e incita a una audiencia que es, sin duda
extremadamente inusual para aquel lugar. Travolta y su traje ahora extremadamente
blanquecino/ocre quemado arde para revelar una foto fija de Kerry King y ese maldito
brazalete titánico que lleva. Con cada uno de los gritos del líder de Exodus aparece el
nombre de una banda en color púrpura imperial que para el mundo en general no tiene
nada que ver con la realeza. La realeza, sin embargo, es exactamente en lo que se
convierten estas bandas, al menos ante los ojos ennegrecidos del reino del metal
underground.
El Studio 54 de Manhattan (sus propietarios, gerentes, camareros, camareros, porteros,
lavaplatos, percheros y clientes habituales) tuvieron que preguntarse durante la agonía
del espectáculo y, sin duda, después, sobre los procesos de pensamiento que permitieron
a esta horda de fanáticos del heavy metal atravesar las puertas. para aterrorizar su
renombrada discoteca de los 70 convertida en club nocturno de celebridades de los 80.
También se dieron cuenta, con bastante dolor, de que no se trataba de heavy metal
ordinario como era ampliamente conocido y, naturalmente, tampoco lo era esta mafia.
Esto no fue Kiss en 1982, ni fue una celebración de un álbum de Ratt, Kix o Whitesnake.
En algún lugar entre la Octava Avenida y Broadway en West 54th Street, probablemente
por primera vez en la historia una multitud, en su mayoría adolescentes mayores vestidos
de mezclilla y cuero y como máximo, adultos de veintitantos años vestidos de cuero y
mezclilla, se congregaron aquella mítica noche de primavera como si asistieran a un
simposio ecológico, sólo que por lo visto con más ánimos de destruir que de preservar.
Durante esos años aun iniciándose en el heavy metal, paro más joven aun el thrash metal
que era menos conocido, pero más agresivo, los jóvenes usando camisetas y parches
que juraban lealtad a Raven, Venom, Slayer, Voivod y W.A.S.P., aquel racimo pequeño
conforma una multitud de inadaptados rebeldes gritando, vociferando y golpeando la
cabeza en la calle es el epítome de las masas de metal underground original, de hecho,
fue una locura.”
Esto ocurrió casi cuarenta años atrás y pareciera que para muchos el tiempo no ha
pasado se ha estancado y esos clásicos álbumes, discos o recitales antiguos te hacen
recordar hasta los olores y colores de esos años y evocar las mejores épocas y
momentos, hoy llamo a aquellos que de una u otra forma estuvieron ahí presentes y
quieren antes que sea demasiado tarde, revivir los mejores días de su vida.
Vaya al Metal Fest