Tras 34 años sin lanzar nuevo material de estudio, la clásica banda de thrash metal Atrophy regresa con un potente álbum titulado “Asylum”. El disco, conformado por nueve cortes que suman cerca de los tres cuartos de hora de duración, es el tercero de su carrera tras “Socialized Hate” (1988) y “Violent by Nature” (1990). Esta vez nos sorprenden con un sonido muy trabajado y pulido pero, eso sí, manteniendo la esencia de los Atrophy de hace más de tres décadas. La formación ha cambiado prácticamente por completo desde entonces, siendo el vocalista Brian Zimmerman el único miembro fundador que se mantiene. Los guitarristas Chris Lykins y Rick Skowron han sido sustituidos por Mark Coglan y Nathan Montalvo, así como Josh Gibbs ha tomado el relevo de James Gulotta en el bajo y Jonas Schütz el de Tim Kelly en la batería.
La canción de apertura de este trabajo es la rápida y directa “Punishment for all”, que fue el single de adelanto presentado el pasado seis de febrero. Un tema que es puro thrash metal clásico, con un estribillo muy pegadizo. Lo más llamativo de este primer corte es probablemente ese cuidadísimo solo de guitarra hacia la mitad, introducido por unos segundos previos en los que el bajo es el protagonista absoluto. Uno de nuestros cortes favoritos del álbum, que da paso a “High Anxiety”, segundo sencillo que también ubicamos entre los más destacados de “Asylum”. Su apertura es espectacular, a nuestro parecer, probablemente la mejor de todo el disco: lenta en un inicio pero potente. Tarda más de medio minuto en romper pero lo hace de una manera muy bruta, manteniendo la intensidad a lo largo de los cuatro minutos y medio totales.
El tercer sencillo “Seeds of Sorrow”, que la banda ha empleado como segundo adelanto del álbum, lanzándolo el pasado 22 de febrero, llega también cargado de energía desde su apertura, alcanzando su cumbre a partir del segundo minuto, donde encajan un solo de guitarra súper trabajado hasta el dos y medio, cuando la canción rompe y Mark Coglan junto a Nathan Montalvo hacen sonar sus guitarras como si no hubiese un mañana. Algo más avanzado el tema, vuelven a recurrir a un estilo más melódico en el que combinan instrumentos de una manera muy interesante y que suena realmente bien. Con “Distortion” y su potente apertura, continúan en la línea de los tres cortes anteriores. Se trata de una canción que introduce un tramo más lento hacia la mitad para recuperar después el esquema planteado desde el inicio del single y repetirlo hasta el final.
Y con “Bleeding Out” y su brutal solo de bajo en la apertura, alcanzamos el ecuador de “Asylum”. Una canción muy rápida y que encaja mucho con el estilo clásico del Bay Area thrash. Repite el estribillo y se hace muy pegadiza, con una estructura de canción muy bien organizada, en lo que podemos ver que emplean la misma estructura que al principio, repitiendo la apertura como cierre a partir del tercer minuto. Sin tiempo a darnos un respiro, “American Dream” llega con un ritmo apabullante. Un inicio brutal, a golpetazos de batería. Tanto la voz como los instrumentos se van incorporando en la canción a base de golpes, de forma repentina, algo que nos gusta. Ya avanzado el minuto dos, entra un cabeceo que da paso a una parte más relajada y vuelve a romper. Entrados en el tercer minuto, la canción para bruscamente y nos encontramos con un nuevo solo de guitarra –recurso protagonista en todo el álbum–, hasta prácticamente el final, que llega de forma repentina también. Otro sencillo en el que vemos que el esquema y los recursos que utilizan están escrupulosamente elegidos.
Con “Close My Eyes” llega nuestro corte favorito del álbum. Una completa sorpresa que no esperas y termina enganchándote muy fuerte. Comienza con un punteo muy sutil y una voz muy suave y melódica. No sabes qué esperarte a continuación cuando de sopetón Zimmerman pega un grito y la canción rompe de un modo brutal. Las guitarras entran con un sonido muy ‘gordo’ y ‘pesado’, al igual que la batería, devastadora en este tema. El contraste en la apertura tan suave con el paso a esta parte tan potente es maravilloso. Percibimos incluso que el vocalista modula la voz de una manera algo más grave, ajustándola a la potencia que requiere la canción. En el minuto tres y medio aproximadamente nos deleitan con un solo de guitarra espectacular, que da paso a un final en el que la batería revienta la canción. Para acabar, repiten el inicio calmado que cierra el círculo perfecto de este sencillo, como decíamos, nuestro favorito de “Asylum”.
Y llegamos a otra canción que nos sorprende y que vemos que también está trabajadísima en todos los sentidos. La apertura, con un bajo que es toda una gozada para nuestros tímpanos, muy distinta al resto de cortes del disco, nos gusta mucho. El resto del corte, frenético, con un estilo al más puro thrash metal clásico, da paso de nuevo a un solo de guitarra que se alarga hasta acabar con un Brian que grita “Father, why have you forsaken me?”. Como colofón final, “Five Minutes to Suicide”, que en las notas iniciales nos puede recordar un poco al “One” de Metallica, por el sonido ambiente de los primeros segundos y esa suavidad y calma que continúa, pero que durará muy poco para dar paso a una canción muy potente, con una batería que destaca mucho sobre el resto de instrumentos. El tema va aumentando su intensidad conforme avanza, con un estribillo también muy pegadizo y, como no, otro solo de guitarra. Acaba de golpe, cerrando el disco así, de sopetón.
Un álbum que nos trae una buena variedad, con esquemas muy coherentes en todas las canciones. Se percibe que han puesto mucho trabajo y esmero en “Asylum”, cuidando cada detalle para que encaje a la perfección. El sonido es realmente bueno y las canciones muy rápidas, ajustándose por completo a un thrash metal de libro. Es un trabajo repleto de solos muy elaborados –que son sin duda los protagonistas absolutos en este disco, como adelantábamos anteriormente–, riffs potentes y un sonido muy ‘gordo’, así como partes que nos piden a gritos ‘cabeceos’ hasta que nos duela el cuello. Se ve que tantos años sin material nuevo han hecho que, para este “Asylum”, hayan decidido poner toda la carne en el asador y lucirse con un gran trabajo. Es realmente bueno. Nuestras favoritas: “Close My Eyes” seguida por “Punishment For All”, “High Anxiety” y “The Apostle”, aunque es complicado elegir.